¿Sabía usted que la termografía aplicada a su planta puede incrementar la productividad y hacerla más competitiva?
No solo es la productividad, es también el cuidar de nuestros empleos, salvar una vida, evitar un incendio, evitar paros no programados, cuidar la calidad del producto terminado entre otras aplicaciones.
Los países avanzados dependen de esta tecnología así como de muchas otras disciplinas como el análisis de calidad de energía, vibraciones, ultrasonido, etc. Ello para mantenerlos como lideres únicos de su producto no solo en el plano nacional sino también en el internacional.
Esta tecnología está basada en la medición de energía infrarroja que genera todos los cuerpos que están por arriba del cero absoluto (-273 °C); esta radiación permite hacer el cálculo de la temperatura de aquellos cuerpos que pudieran tener un excedente o un déficit de la misma, aquí algunos ejemplos:
Una conexión eléctrica floja genera exceso de calor, que por consiguiente eleva la temperatura y puede generar un incendio, lo que pudiera ocasionar pérdida de vidas humanas y el patrimonio de muchos años de esfuerzo; otro ejemplo seria en un proceso inicial o intermedio en donde la temperatura requerida pudiera estar por arriba o por debajo del estándar, al pasar al siguiente proceso llegaría el producto quemado o crudo respectivamente y como consecuencia la calidad del producto no sería la esperada, se obtendría al caso un producto de segunda o tercera calidad lo cual originaria pérdidas económicas cuantiosas para su empresa.
A lo anterior si una planta decide adoptar esta tecnología estará haciendo una inversión cuyo retorno se pagaría prácticamente evitando el primer para no programado o más aún si se salva una vida.
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