Las lámparas de descarga se pueden clasificar según el gas utilizado (vapor de mercurio o sodio) o la presión a la que éste se encuentre (alta o baja presión). Las propiedades varían mucho de unas a otras y esto las hace adecuadas para unos usos u otros.
Lámparas de vapor de mercurio a baja presión
Las lámparas fluorescentes son lámparas de vapor de mercurio a baja presión. Se caracterizan por carecer de ampolla (bulbo) exterior. Están formadas por un tubo de diámetro normalizado, usualmente cilíndrico, cerrado en cada extremo con un casquillo de dos contactos donde se alojan los electrodos. La eficacia de éstas lámparas depende de muchos factores como: la potencia de la lámpara, tipo y presión del gas de relleno, propiedades de la sustancia fluorescente que recubre el tubo o la temperatura del ambiente. La duración de éstas lámparas se sitúa entre 5000 y 7000 horas. Su vida termina cuando el desgaste sufrido por la sustancia emisora que recubre los electrodos, necesita una tensión de ruptura superior a la suministrada por la red. Actualmente han aparecido las lámparas fluorescentes compactas que llevan incorporado el balastro y el cebador. Son lámparas pequeñas con casquillo de rosca o bayoneta pensadas para sustituir a las lámparas incandescentes con ahorros de hasta el 70% de energía y unas buenas prestaciones.
Lámparas de vapor de mercurio a alta presión
A medida que aumentamos la presión del vapor, la radiación que emite la lámpara pierde importancia, ya que comienza a emitir radiaciones en la zona visible. La temperatura de color se mueve entre 3500 y 4500 K con índices de rendimiento en color de 40 a 45 normalmente. La vida útil, teniendo en cuenta la depreciación se establece en unas 8000 horas. La eficacia oscila entre 40 y 60 lm/W y aumenta con la potencia, aunque para una misma potencia es posible incrementar la eficacia añadiendo un recubrimiento de polvos fosforescentes que conviertan la luz ultravioleta en visible.Los modelo más habituales de estas lámparas tienen una tensión de encendido entre 150 y 180 V que permite conectarlas a la red de 220 V sin necesidad de elementos auxiliares. Para encenderlas se recurre a un electrodo auxiliar próximo a uno de los electrodos principales que ioniza el gas inerte contenido en el tubo y facilita el inicio de la descarga entre los electrodos principales. A continuación se inicia un periodo transitorio de unos cuatro minutos, caracterizado porque la luz pasa de un tono violeta a blanco azulado, en el que se produce la vaporización del mercurio y un incremento progresivo de la presión del vapor y el flujo luminoso hasta alcanzar los valores normales.
En Bricos, contamos con una amplia gama de focos y lámparas de descarga de diferente potencia y temperatura de color, de marcas prestigiadas como: GE Lighting, Philips, Havells, Bare Development Inc para usos variados, desde iluminación pública, hasta iluminación
Debe estar conectado para enviar un comentario.